De "Guerrera" justa a víctima del abuso - Figura de lealtad y sumisión.
De "Guerrera" justa a víctima del abuso.
Desdémona nos es descrita en la obra de Shakespeare como una mujer de tremenda belleza, de tez blanca y originariamente veneciana: Es el orgullo y la alegría de su padre. No obstante, ella presenta rasgos de rebeldía al hacer de Otelo, un forastero, hombre negro, y mucho mayor que ella, su esposo; en lugar de aceptar a un hombre adinerado y apuesto, que su padre había escogido para ella.
En este sentido podemos hablar de Desdémona como una guerrera, pues es un movimiento valiente de su parte desafiar a su padre y a la sociedad del momento que se encuentra en contra de los matrimonios interraciales. Su personaje tiene varias transformaciones a través de la trama, ya sea por el "espíritu aventurero" al Otelo ser llamado a su deber militar en Chipre y ella insistir en acompañarlo a toda costa. Es importante recordar su enamoramiento por su nuevo esposo al quedar impresionada con las historias de acción, aventura y peligro que este le contó y ella escuchó con "ávida atención" hasta caer en un profundo amor.
A pesar de tener una actitud bastante segura y tener lo que en verdad deseó, también tiene este lado ingenuo en cuanto a relaciones maritales: Le llega a preguntar a Emilia si una mujer puede siquiera en su vida llegar a engañar a su esposo, demostrado de esta manera cómo es que ella no llega a pensar que Otelo sospecha de una infidelidad.
Hablando de llegar a ser víctima de un abuso, podemos ver que a pesar de serle totalmente fiel a Otelo, él mismo abusa de ella física y verbalmente. Su marido le abofetea y llama ramera cuando su primo Lodovico entrega en persona la carta que le pide regresar a Venecia y deja a Casio al mando.
"Lodovico: Es una dama obediente de veras. Ruego a Vuestra señoría que la llame para que vuelva." (Otelo, Shakespeare, p.306).
Incluso al final de la obra, cuando Otelo la estrangula, es un ser totalmente pasivo, en su último aliento, ella se culpa a ella misma por el abuso físico y emocional que sufrió por parte de su marido.
"Lodovico: ¿Es este el noble moro, a quien todo nuestro Senado llama tan capaz en todo? ¿Es éste el carácter que la pasión no podía agitar y cuya sólida virtud no podía arañar el disparo del azar ni el dardo de la casualidad?" (Otelo, Shakespeare, p. 306).